lunes, 18 de marzo de 2013

Fantasmas

Fantasmas… malditos muertos envenenados,
plaga, peste,
estúpidos, blancos como los recuerdos vulgares…
Callad, grises, que vuestros susurros me agotan.
Dejad de gritar a la oreja penas que a nadie le importan.
Ya pasó el tiempo de sentir dolor.
Dejadme a solas, que me tapáis el sol.
Fantasmas carnívoros, monstruosos, deformes,
antropófagos de las horas y minutos,
dejad vuestro arrastrar agobiante,
que me cansáis la vida a cada cansado momento,
imbéciles, traidores,
tan empecinados en vosotros
que olvidáis cómo morir.
egocéntricos y malsanos,
que devoráis la sangre como si fuera
El Maná.
Chupáis el aliento como piojos de humo.
Sorbéis cada gramo de contento
en este cuerpo vacío.
Dejadme en paz, insufribles, dejadme atrás,
no creo en vosotros,
ya no tengo la fuerza ni el ánimo.
Qué estúpido vagar así, porque
sólo se vive para morir,
y vosotros tiráis implacables de mi vida.
Dejadme solo ya, buitres
de caras tristes.
Dejadme descansar.

7 comentarios:

Mital dijo...

Este lo escribiste para alguien... ¿Para ti? Para Tania? ¿Para mí? No lo recuerdo bien.

La verdad es que todas tus poesías más oscuras me chocan, porque me acostumbré a tu musicalidad y tus florituras, que hacían que hasta lsomás sórdido sonara gracioso cuando lo recitabas. Obviamente tiene más sentido que no lo sea cuando se trata de algo negativo, y es bueno que, usando el léxico adecuado, consigas transmitir ese hastío y ese desprecio.

Entonces, ¿cómo decirlo? Me gusta porque no me gusta.

Fénix dijo...

.___.

No, no lo escribí para nadie. No era un buen momento. Y no sé cómo tomarme lo de "me acostumbré a tu musicalidad y tus florituras, que hacían que hasta lsomás sórdido sonara gracioso cuando lo recitabas" xD.

Helen Ferreira dijo...

Tudo tão sombrio e verdadeiramente poético.

Amando García Nuño dijo...

Andarías jodido, tú, pero los fantasmas que recreas, molan. Grises como los policías del franquismo, egocéntricos y empecinados en sí mismos como cualquier poeta de mercadillo, vampiros como la sociedad de mezquindades que vivimos. Que me resultan familiares, vay, al final los voy a coger simpatía. Abrazos

Anna Genovés dijo...

Oscurantismo aparte... Desde los primeros versos no he podido evitar pensar -un y otra vez- en Hamlet y uno de sus soliloquios.

Como lo oyes. Me ha gustado mucho. Es bueno.

Un beso gótico, Ann@

Fénix dijo...

Muchas gracias a todos =)

mónica pía dijo...

parece que los fantasmas tiene más presencia en nuestras vidas que las propias personas, para mal o para bien...

los que me llevaron a escribir a mí ("Efecto privación") no se parecen a los tuyos pero igual de influyentes!

un cariño,