jueves, 31 de marzo de 2016

Muñeco de cristal

Cada sol se desvanece
dejando tras de ti un pedazo
que habrás de recomponer,
juntarlo de nuevo con tu corazón,
sucio y oscuro, que no deja ver
las verdades que llevas dentro.
Muñeco de cristal,
almas de madera y piedra
a tu alrededor podrán arder
o sentir frío,
pero frágiles como tú
tienen la desgracia
de vivir siendo los que se quiebran.
Tus lágrimas
en tu cuerpo quedan
para romperte más,
y por muchos más
que en esta estantería haya,
como única compañía
sientes tu soledad.
Quizás porque todos vivimos congelados,
y por cerca que estemos,
no nos tocamos.
El camino que lleva al suelo
es atractivo a tus ojos suplicantes,
pero no reúnes el valor
que te hace falta
para hacerte pedazos contra el aire.
Deja de soñar,
no cerrarás los ojos hoy,
ni llegarás a ver el final del día.