viernes, 17 de noviembre de 2017

A veces tengo momentos como éste, en que creo sinceramente que la gente me odia, me detesta y me desprecia. ¿Que por qué? No, no hay ninguna razón en absoluto, es un pensamiento que viene sin más a mi mente, sin que nadie haya hecho nada para provocarlo. Simplemente me pongo a pensar en cómo soy, en mi forma de actuar, incluso de hablar, mi voz, mis gestos, mi mera presencia, y entonces pienso que la gente debe de detestarme y despreciarme por ello. Sí, es muy deprimente.

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