sábado, 7 de septiembre de 2019

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A altas horas de la noche, por las calles,
busco un desahogo que no se halla bajo ninguna luz polvorienta.
No es suficiente esta ciudad, desearía que estuviese más vacía, silenciosa,
desearía verla muerta para así pasear solo eternamente entre sus edificios.
Entre escombros, ruinas, esqueletos de antiguos hogares,
en esos vacíos hallaría mi corazón el reflejo de la soledad;
soledad en la que ahogarse es la única alternativa al consuelo en un mundo de imposibles.
Una cárcel tan vasta y perfecta que sus paredes no poseen ni una sola piedra,
una en la que los sueños y esperanzas son las únicas cadenas.
Por huida solamente un engaño, y no dura el tiempo suficiente.
Aquí terminaré siempre de nuevo,
y lamentablemente la mejor llave es el no tener aliento para salir.

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