fantasmal, pálido y feo.
Pútrido. Hinchado,
De dedos muertos nauseabundos,
de garras rotas, de sonrisas quebradas.
Se arrastran entre los cadáveres que dejaste atrás de ti mismo,
vienen a por ti, ya los oyes,
tam-tam, en el pecho llegar.
¿Puedes escucharlos reír?
Te sorberán como un tuétano muerto,
te arrancaron a pedazos todo lo demás.
Una y otra vez vuelven, vuelven, vuelven,
como mosquitos, vampiros,
por mucho que agites las manos te cogerán.
Oh, sí, de verdad,
tu desesperación no podrá alejarlos,
sólo serás un festín.
¿Puedes escucharlos reír?
Ellos pueden verte llorar.
Sus ojos llegan más allá,
allá donde, tam-tam,
no te pueden engañar tus ojos.
No tendrán piedad o lástima de tus huesos,
se deleitarán con lo que de ti haya quedado.
tam-tam, en el pecho llegar.
¿Puedes escucharlos reír?
Te sorberán como un tuétano muerto,
te arrancaron a pedazos todo lo demás.
Una y otra vez vuelven, vuelven, vuelven,
como mosquitos, vampiros,
por mucho que agites las manos te cogerán.
Oh, sí, de verdad,
tu desesperación no podrá alejarlos,
sólo serás un festín.
¿Puedes escucharlos reír?
Ellos pueden verte llorar.
Sus ojos llegan más allá,
allá donde, tam-tam,
no te pueden engañar tus ojos.
No tendrán piedad o lástima de tus huesos,
se deleitarán con lo que de ti haya quedado.
Ya puedes verlos, como buitres aleteando.
¿Puedes escucharlos reír?
Sí, es verdad, se ríen de ti,
de tu alma de muñeco,
de tu corazón de trapo.
Tirarán con picos de cuervo,
desgarrarán tu contento
entre chillidos voraces,
sedientos de sangre,
hambrientos de tu esperanza.
Tu tristeza alimenta tu odio,
y tu odio es plato de sus labios grasientos.
Dime, cuando duermes,
¿puedes escucharlos reír?
Ya llegan, ya llegan,
ya se aproximan,
ya se acercan.
Ahogarán todo hálito
y todo suspiro alegre,
y apagarán todo rayo de luz.
Sólo quedará un dolor ciego en tu pecho,
y una bilis negra
en sus gargantas insaciadas.
Aquí vienen, ya se acercan.
Aquí llegan, se aproximan.
Ya se arrastran, aquí reptan,
ya sisean, ya te atrapan.
No escaparás,
demasiado tiempo los has evitado.
Dime,
¿puedes escucharlos reír?
En tu silencio, ellos pueden escucharte gritar.
Escucha cómo se carcajean.
Dee verdad,
escucha sus burlas en las tinieblas.
Ya se acercan.
Ya se acercan.
De verdad,
de verdad-
¿Puedes escucharlos reír?
Sí, es verdad, se ríen de ti,
de tu alma de muñeco,
de tu corazón de trapo.
Tirarán con picos de cuervo,
desgarrarán tu contento
entre chillidos voraces,
sedientos de sangre,
hambrientos de tu esperanza.
Tu tristeza alimenta tu odio,
y tu odio es plato de sus labios grasientos.
Dime, cuando duermes,
¿puedes escucharlos reír?
Ya llegan, ya llegan,
ya se aproximan,
ya se acercan.
Ahogarán todo hálito
y todo suspiro alegre,
y apagarán todo rayo de luz.
Sólo quedará un dolor ciego en tu pecho,
y una bilis negra
en sus gargantas insaciadas.
Aquí vienen, ya se acercan.
Aquí llegan, se aproximan.
Ya se arrastran, aquí reptan,
ya sisean, ya te atrapan.
No escaparás,
demasiado tiempo los has evitado.
Dime,
¿puedes escucharlos reír?
En tu silencio, ellos pueden escucharte gritar.
Escucha cómo se carcajean.
Dee verdad,
escucha sus burlas en las tinieblas.
Ya se acercan.
Ya se acercan.
De verdad,
de verdad-
Escúchalos reír.
3 comentarios:
Compañero, cuando te pones, te pones...Bonito poema de primavera y pajaritos te ha salido.
Abrazos, siempre
Cuando me comentaron que escribías no me sorprendió siempre lo hiciste, aunque esta época oscura si que no me la esperaba. Siempre sorprendiendo al personal amigo mío. Por cierto tengo ganas de hablar contigo.
¡Gracias! A ver si un día nos vemos =)
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